...Un nuevo encargo recibido por Aloir Edef, esta vez de carácter publicitario, desemboca, tristemente, en un soneto apócrifo del inmortal bardo, cuya finalidad era vender remeras. Peores cosas se han visto en este blog.
LA REMERA
La túnica del griego y del romano,
Del celta ambiguo la imprevista falda,
La capa que cubrió la heroica espalda
Del viking, del mogol o del germano…
Otras formas otrora más conspicuas
Agotaron los siglos y las modas
Y no me es dado enumerarlas todas
Sin temor a omisiones harto inicuas.
Sin embargo, de la incontable prole,
De fantasmas esquivos y dispersos,
A ti, remera, evocarán mis versos,
Antes que el tiempo destructor te inmole.
Cotidiana y tangible como el sueño
A ti puedo tocarte y ser tu dueño.
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