El zoológico estaba casi vacío. Juan se detuvo frente
a la jaula del rinoceronte. Los dos se miraron con recelo. El rinoceronte temía
que Juan descubriera que era un unicornio; Juan, que el rinoceronte descubriera
que él era un fantasma.
Ocio, humor, literatura, pelusas de ombligo, revisionismo cultural, filosofía de potrero, perejilismo intelectual, chismografía anacrónica, musicología hipoacúsica, helenismo en pantuflas y otras incontinencias verbales...
viernes, 11 de septiembre de 2020
RINOCERONTES
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