viernes, 1 de agosto de 2008

POR QUÉ ODIO LOS MANTELES


....Uno compra una mesa. Si uno tiene sangre en las venas, si uno no es un imbécil que pretende ver pasar la vida sin ilusión, sin arrebato, sin placer y dolor (que son las dos caras de una moneda que se acepta o rechaza)… En fin, si uno tiene algo de hombre, compra esa mesa para que le sirva. ¿Servir para qué? Para comer ahí; para escribir mundos que no existen y deberían; para desordenar los libros que nos desordenan; para que el vaso y el vino se encuentren; para que dos cuerpos se encuentren con violencia, avergonzando al mismo Diablo (ese idiota que no sabe que el amor, el verdadero amor, es peor que la lujuria); para llorar un desencuentro; para putear a Dios golpeándola (putearlo por no existir o por existir y no hacer nada); para esperarla…

....Entonces, viene un imbécil y dice: “Inventé el mantel para cuidar la mesa; porque es el hombre el que sirve a la mesa, es el hombre el que sirve a lo útil: y vale más un metro de pino que un alma.”
....Pasan uno o dos días (que la idiotez es rápida) y otro imbécil dice: “Cuidado: no manches el mantel, que se compra con dinero.” Entonces uno quisiera tomar prestada su mujer y mostrarle para qué sirven las mesas… Pero no; uno está amaestrado ya, y ni hablar de su mujer, que ya es cosa envuelta en tedio… Y, finalmente, uno se cuida de no manchar el mantel que cuida la mesa, que cuida todas sus plegarias… ¡Aunque uno sabe (y bien que sabe) que vale más un alma!
....Mi mesa está, lo juro (y acá ya no hay literatura) mordida por los perros, manchada, herida y mutilada, por las almas que quiero, por las que anhelo, por esa que me falta…
Por eso odio, ODIO, los manteles.
 

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PD (a 6 horas después): Y olvidé lo peor: vino otro e inventó el cubre mantel, que es de plástico y se pega en la piel con una caricia estúpida. (¿Cómo pueden soportar algunos que la mujer que aman toque esa basura?) Un día vamos a despertar para escuchar que digan que el mundo no está ahí para que el hombre toque, para que el hombre sienta: a mí matenme antes.
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21 comentarios:

Fede dijo...

Me avergüenza usar ese cuadro de Degas sin hablar de Degas; ese enfermo, ese genio... En el cuadro la mesa está cortada donde no debería. ¿Qué me dicen? Alcanza con eso. En ese pequeño desequilibrio están el arte y el infierno.

Idea dijo...

¿Escribió con todas su herramientas verdad? me refiero a su alma, aunque digan que no existe. Una joya que espero, nadie se la cubra con velos o manteles.

Ljn.- dijo...

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ujauajauajauajaa!
fede... si yo voy a tu casa,
puedo volvar vino tinto así
dejo una especie de huella para
la perpetuidad?
Sino voy, y entre los dos
la barnizamos, queres? jejej




.

nadie dijo...

Viste mi habitación, no hay lugar para manteles.

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Los manteles son, a no dudarlo, otras muestras de platonismo, de negación de la realidad de la materia. Intentos mediocres de acercar lo material a las formas ideales imaginadas para las cosas; desprecio del devenir, del cambio, del paso del ser al no ser, que es el movimiento esencial del Universo.
El mantel es la representación textil de rotundo "decir no" a la vida. NIetzsche jamás aceptaría un mantel en su mesa.

Eugenia dijo...

Qué importa lo que piensen los demás de su mesa: es SU mesa, y usted puede hacer con ella lo que se le antoje.
Me cansé de los manteles, yo tampoco los soporto más.

Besos

Calderondelabarca dijo...

Gracias Fede :

Más que un anatema contra los manteles , lo sentí como una apología de mi estirpe. Creáme que cambiaría diez Martín Fierro por un autógrafo suyo.

Juan Carlos

Idea dijo...

¿Qué pasó con Figuritas? No está bien eso de dar vida para luego condenar al olvido en un espacio tan corto de tiempo.

Fede dijo...

¿8 comentarios? No hay caso: soy un genio incomprendido.

Idea dijo...

Un genio quejoso diría yo, y si va a evaluar la comprensión de su genialidad en función de los comentarios recibidos, está perdido por la vida, a veces los más inteligentes guardan un discreto silencio aunque se enriquezcan con la ectura de sus textos. Como verá, no es mi caso, digo por lo de inteligente.

Calderondelabarca dijo...

La Señora está justo sentada en la punta , porque hay un gordo canchero ( ¿El bisabuelo de Luis Luque ? ) que no se digna cederle su lugar . Le rompería la copa en la cabeza.
Caballeros los de antes...?

nadie dijo...

Si, evidentemente no entendiste lo de Kierkegaard.



En el 2003 tuve un blog en el que recibía de 20 a 30 comentarios por día, de toda esta gente, solo rescaté a dos personas que eran las que se tomaban el trabajo real de intentar comprender, lo demás sinceramente preferiría que nunca hubiera existido, porque si amar es comprender, no comprender es un atentado contra el amor,¿y quién carajo necesita que simulen comprenderlo o que atenten contra su amor?

Fede dijo...

Era un chiste, che... ¡Qué gente!

Diana H. dijo...

Siempre me encantó este post.

Ant dijo...

Recién descubro este blog, gracias a Walter.
Me encantó!
Saludos

Anónimo dijo...

yo tambien odio a los manteles. No se para que mierda los inventaron. Te corta la libertad de usar la mesa porque ya no podes mancharlo o hacerle caer una miguita de pan.
Y si queres pintar o dibujar el problema es peor. Encima sacar y poner todo el tiempo el mantel es una perdida total de energia y de sentido comun

Anónimo dijo...

yo tambien odio a los manteles. No se para que mierda los inventaron. Te corta la libertad de usar la mesa porque ya no podes mancharlo o hacerle caer una miguita de pan.
Y si queres pintar o dibujar el problema es peor. Encima sacar y poner todo el tiempo el mantel es una perdida total de energia y de sentido comun

Anónimo dijo...

yo tambien odio a los manteles. No se para que mierda los inventaron. Te corta la libertad de usar la mesa porque ya no podes mancharlo o hacerle caer una miguita de pan.
Y si queres pintar o dibujar el problema es peor. Encima sacar y poner todo el tiempo el mantel es una perdida total de energia y de sentido comun

Anónimo dijo...

yo tambien odio a los manteles. No se para que mierda los inventaron. Te corta la libertad de usar la mesa porque ya no podes mancharlo o hacerle caer una miguita de pan.
Y si queres pintar o dibujar el problema es peor. Encima sacar y poner todo el tiempo el mantel es una perdida total de energia y de sentido comun

Anónimo dijo...

yo tambien odio a los manteles. No se para que mierda los inventaron. Te corta la libertad de usar la mesa porque ya no podes mancharlo o hacerle caer una miguita de pan.
Y si queres pintar o dibujar el problema es peor. Encima sacar y poner todo el tiempo el mantel es una perdida total de energia y de sentido comun

Anónimo dijo...

Muy poético. Me gustó, pero, apartándose del tema literario,
adoro los manteles. Ayudan a que la mesa siga tenga múltiples utilidades sin necesidad de limpiarla a cada rato.
Los manteles, al lavarropas; en cambio limpiar manualmente la mesa o verla manchada puaj!!!

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