domingo, 24 de agosto de 2008

INNOVACIONES OCULTAS



Ansiamos la renovación, la innovación, pero la perseguimos de un modo equivocado. Los grandes cambios, los más profundos cambios en la sensibilidad estética de los hombres, se dan de un modo tímido, casi secreto y suelen ser paulatinos. A tal punto es así que, muchas veces, somos incapaces de reconocerlos o, incluso, de juzgarlos como tales una vez nos son expuestos. Alguna vez, más con ánimos de escandalizar que de debatir, de sorprender, más que de convencer y, acaso, de ejercer la sofística más que de pensar, afirmé taxativamente que la innovación era el más pobre de los recursos creativos. Si bien no pienso realmente así, creo que la afirmación sirve como tirón de oreja a muchos innovadores de oficio, que harían bien en aprender las escalas antes de pretender salirse de ellas. Es muy fácil rebelarse en contra de normas a las que nunca nos vimos sometidos; burlar cánones a los que nunca supimos responder. En especial, cuando el canon de nuestro tiempo consiste, precisamente, en rebelarse.*

Nuestro tiempo ha visto enormes innovaciones formales y temáticas en la poesía; el mundo de las posibilidades creativas se volvió mucho más amplio desde Whitman y el simbolismo francés, pero yo sigo creyendo que el más sorprendente cambio en (hacia) nuestra sensibilidad no fue logrado por ningún escritor, sino por algunos lectores, y consiste en el paso de la declamación al tono íntimo. Homero escribía para ser declamado o cantado en el ágora, Verlaine, exige una lectura silenciosa, personal e íntima. Ninguna estructura formal envejeció; seguimos gozando de Quevedo y Cervantes y, muchas veces, los sentimos más contemporáneos que ciertos contemporáneos. Sólo que los leemos de otro modo; sin la voz engolada del radioteatro, sino con la serenidad reflexiva que nos exige nuestra sensibilidad.

El ejemplo que tomé de YouTube, es la lectura del Soneto 18 de William Shakespeare hecha por un amigo de la casa, Mr Peter O’Toole, cuya traducción es, más o menos esta:
¿He de compararte a un día de verano? Tú eres más hermoso y más templado: tempestuosos vientos sacuden los queridos capullos de mayo, y los pastos del verano tienen vida demasiado corta. En ocasiones muy caliente brilla el ojo del cielo y a menudo está su complexión de oro oscurecida, y toda belleza desde la belleza a veces declina, por el azar o el curso cambiante de Natura, estropeada; pero tu eterno verano no se marchitará ni perderá posesión de esa belleza que tienes, ni alardeará Muerte de que andas a su sombra, cuando en eternas líneas para siempre muestres: mientras los hombres respiren o los ojos vean, mientras, vive esto, y esto te da vida a ti.
Shakespeare nunca lo hubiera recitado así.
__________
*El gol de la mano de Dios a los ingleses es sorprendente porque lo hizo el hombre que mejor usaba sus pies. Cuando lo hace el 4 de Defensa y Justicia, resulta grosero y exigimos la tarjeta amarilla.

10 comentarios:

Fede dijo...

Dedicado a los sinceros innovadores y no a los rebeldes a sueldo. A esos; tarjeta roja y al vestuario.

Anónimo dijo...

¿Por qué nadie traduce:

"Thou art..."

como

"Vos sois..."

No está mal modernizarlo, salvo que no todo el mundo sabe que Shakespeare usaba "thee" y "thou" por "you" y eso no me parece un hecho menor; habla de su época y de la sensibilidad y tradición de su época. Volver a la sensibilidad de una época, es decir, ser "revolucionario", es tan importante como ser innovador. De hecho, muchos artistas revolucionarios son confundidos con artistas innovadores. Pero esto es otro post. ¿Piensa escribirlo algún día, Fede?

Anónimo dijo...

Perdonen que me contradiga; contengo multitudes.

Anónimo dijo...

Lo felicito: ningún otro se vale de manera más innovadora de los comentarios. Eso sí: "La innovación es el más pobre de los recursos creativos" es una frase mía, no suya. Pasa por esta vez

Idea dijo...

Decirle que coincido y que me gustó la forma innovadora de plantearlo es una obviedad que a veces, es inevitable.

Eugenia dijo...

Innovar por innovar no sirve. Me molesta que se critique lo antiguo simplemente porque pasaron los años. Obras y artistas mediocres existieron desde siempre, como así también artistas geniales y obras sublimes. Querer realmente innovar implica tener un amplio conocimiento de lo que ya se hizo, y respetarlo, porque lo que ahora nos resulta viejo en su momento fue innovador.
Me encantó su comentario sobre el gol de Maradona, coincido plenamente. Ah, y lo que escribió sobre las escalas me resulta familiar: un tal Schoenberg que fue creador del llamado Atonalismo (género musical que funciona con las leyes contrarias al sistema armónico-tonal), fue el escribió uno de los tratados más importantes sobre Armonía.


Besos

Anónimo dijo...

No recuerdo haberme disculpado cuando afirmé contener multitudes.

Carolina dijo...

Porque no vienen todos estos a comentar a mi blog??!! Digo, los de letra negrita

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Brillante hallazgo esta cuestión de la transformación del lector. Una idea contundente, con todas las letras.

Lukas Rybensen dijo...

Si tiene tiempo busque en la web la lectura de "Auguries of Innocence" de William Blake por Robert Gleisner. INSUPERABLE!

Un saludo cordial

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