viernes, 11 de diciembre de 2020

EL AJENO

 

Habitación photos, royalty-free images, graphics, vectors & videos | Adobe  Stock 

Conocí al ajeno por azar. Esta expresión, tantas veces usada a la ligera, no puede ser más exacta; sólo por azar, en el sentido más estricto, puede uno conocer al ajeno. Una tarde cualquiera entré a mi biblioteca vacía (o que suponía vacía) y me lo encontré sentado ante mi escritorio. Nada en él, salvo su imposible presencia, era llamativo. Daba la impresión de ser un hombre más bien vulgar, con algo de intelectual venido a menos y de oficinista anticuado. Mostró él una desganada sorpresa al verme; me explicó que ese era, claramente, su turno de ocupar la biblioteca y, por ende, la inconveniencia de mi irrupción. Ante mi queja burguesa, se encargó de desasnarme en tono burocrático: desde tiempo inmemorial, todo ajeno ocupa las habitaciones de su involuntario anfitrión en su ausencia y un obstinado plan cósmico evitaba el tipo de encuentros desagradables que acababa de producirse. Ante mi estupor, me preguntó, sin ironía alguna, a qué había adjudicado yo, hasta entonces, la suma de pequeñas inconsistencias de mi realidad cotidiana:  la pérdida o rotura inexplicable de algún utensilio de menor importancia, el movimiento casi imperceptible de ese incómodo adorno (regalo de un tío o cuñado), el gasto siempre desmedido de tabaco, café o yerba mate en la casa… Mucho debí preguntar esa tarde, y no lo hice. Una temerosa inquietud, una vaga congoja, estuvo presente todo el tiempo que compartí con el ajeno en ese, nuestro único encuentro; no tardé en dejar la habitación, urgido por la sospecha de una imprecisable profanación. De más está decir, que no volví a ver al ajeno; durante meses, adquirí la estéril, absurda, previsión de golpear antes de entrar, aun sabiéndome solo en casa. Algunas tardes de hastío, no sé si con la intención de escapar de mi melancolía o de solazarme en ella, pienso en ese hombre gris y especular, condenado a compartir mis íntimos espacios, mi adocenada rutina y mi soledad…

 

martes, 10 de noviembre de 2020

LA PIEDRA EN CUESTIÓN

 

Hace muchos años, cierto comerciante tuvo una idea muy curiosa mientras cenaba en una posada. Obviamente (como es forzoso al carácter de estas ideas y al carácter hedónico de aquel comerciante), estaba bebiendo vino, por lo que no tuvo reparos en compartirla con el resto de los comensales:

––¿Podrá Dios ––dijo, ahogando sus palabras en una sonrisa ––crear una piedra tan pesada que Él Mismo no pueda levantar?

En la posada, un silencio temeroso respondió a sus palabras; entre los presentes, se encontraba su Santidad, el Obispo Javier Velazco y Cuevas Tomillo, miembro eminente de La Santísima Inquisición.

De más está decir que esta historia se transformó con el tiempo en una fábula que enseñaba a los niños a bien guardar el silencio en público y aunque el Obispo, hoy ya canonizado, jamás pudo responder a esa pregunta, el comerciante supo, mientras ardía en la hoguera, que él no era (ni por asomo), aquella piedra en cuestión.


lunes, 12 de octubre de 2020

DEL BUEN MENTIR

 Los Cuatro de Copas (@LCuatroDeCopas) | Twitter


Para jugar al truco hay que saber mentir. Saber mentir significa hacerlo en función de una estrategia. El que sepa aplicar esa enseñanza adecuadamente se ahorrará diez años de taller literario.


viernes, 11 de septiembre de 2020

RINOCERONTES

Características y fotos de rinocerontes


El zoológico estaba casi vacío. Juan se detuvo frente a la jaula del rinoceronte. Los dos se miraron con recelo. El rinoceronte temía que Juan descubriera que era un unicornio; Juan, que el rinoceronte descubriera que él era un fantasma.



lunes, 10 de agosto de 2020

SPACE ODDITY O DIARIO DE CUARENTENA



Diario de cuarentena: día 90

Es posible que esa sensación de estar en una novela apocalíptica sea la que me llevó estos días a pensar tanto en la ciencia ficción. Suponíamos que Philip K Dick o William Gibson, con el tiempo, se iban a transformar en autores costumbristas, pero no podemos evitar la sorpresa al comprobarlo. Si Wikipedia nos dijera que “Gravedad” o “Apolo 13” son películas de cine catástrofe, poniéndolas en la misma bolsa que “Twister” o “Titanic”, ¿qué argumento esgrimir en contra? La historia de “Gravedad” bien podría suceder hoy, y la de “Apolo 13”, pasó realmente… ¡Y hace cuarenta años!
        No importa de qué le pidan que hable a un escritor, siempre va a hacerlo sobre sus obsesiones. Schopenhauer decía que para aquel que sólo tiene un martillo, todos son clavos. La pregunta era, entonces ¿cómo meter a martillazos esto en Coverama? Parecía imposible, como chuparse el codo o construir la máquina de Dios, pero, cuando todo parece perdido, siempre damos con el clavo, no hace falta más que esperar, paciente, tercamente, con el martillo en la mano…
        Porque es ahí cuando uno recuerda, alcohol en gel en mano, que el viejo zorro de David Bowie grabó, a mediados de 1969, un sencillo llamado Space Oddity, con la idea de que saliera a la venta mientras el Apolo 11 nos obligara a conjugar por primera vez el verbo alunizar. Una melodía extraordinaria, sabiamente etérea, una secuencia de acordes compleja y creativa (muy lejos del atávico I-IV-V que volviera infame al rock de los ’50), la dosis adecuada de metafísica, psicodelia y melancolía, y un raro peinado nuevo, completaron el milagro.
        ¿Era la historia del Mayor Tom ciencia ficción? ¿Lo es hoy? La verdad es que, fuera de algún que otro crítico estructuralista, a nadie parece haberle importado mucho el asunto, y el tema terminó de consagrar al gran Duque Blanco, que había estado en el lugar y el momento justo.
        Y de eso hablamos, más que nada, porque el cover de Chris Hadfield nos importaría muy poco si no fuera por cuándo y, sobre todo, dónde fue hecho, por el modo en que vuelve a poner en juego la paradoja. Pasaron cuarenta años entre una grabación y otra; cuarenta años en los que la frontera entre lo posible y lo imposible (incluso lo cotidiano) se movió vertiginosamente. Hoy, ciencia ficción es montar a caballo, no navegar en la red; ya no le tenemos miedo al bosque, lo añoramos, como a todo paraíso perdido; y aquellos raros peinados nuevos, en épocas de poliamor e identidad de género, ya no logran escandalizar a nadie.

Junio 2020

viernes, 3 de julio de 2020

EL MARIANISMO LITERARIO

La dictadura cívico militar y las quemas de libros en la Argentina


Conocida es esa forma curiosa del machismo denominada “marianismo”, que llega a un mismo lugar siguiendo un proceso de razonamiento diametralmente opuesto. Para el marianista, es la superioridad moral de la mujer la que la condena a la crianza de su progenie, porque qué bien se hallaría en dejarla a manos del hombre, siendo este claramente inferior.
Así, las canalladas perdonables en el hombre (tan débil ante la tentación por fragilidad de carácter) no lo son en la mujer, de la que se espera una entereza y sacrificio mayores. Siendo el resultado de ambas teorías el mismo, uno no puede dejar de señalar el agregado de indecible cinismo del marianismo.
Me ha sorprendido constatar, a lo largo de mi vida, que este tipo de razonamientos suele aplicarse a casi cualquier cosa; triste es admitir, que la literatura no ha sido una excepción. Existe quien deplora todo ejercicio literario por no tener en estima alguna a la literatura misma. Con su agregado de cinismo, el marianista literario se coloca siempre en un pie de superioridad respecto al potencial escritor, porque su desprecio no surge sino de un postulado amor por la literatura y no de su desprecio.
El ejercicio crítico no es caro al marianista literario; presume su desdén, incluso antes de leer. Ve en su prejuicio su jactancia y no la frontera de su conocimiento. No quemaría jamás un libro, pero no encontraría mal alguno en que dejasen de editarse. No hay en él apetito de descubrimiento ni resignación; no abriga esperanzas en el hallazgo de un nuevo talento, sino en el fin de la literatura o, al menos, en la anhelada síntesis de esta a una colección de museo, ordenada, severamente jerarquizada y muerta.
Como en la mayoría de los casos, su vicio es su castigo.     

miércoles, 17 de junio de 2020

BREVE CATÁLOGO DE LIBROS MÁGICOS, HIJO DEL AZAR

Azar-azahar


La etimología, esa grata ciencia de lo inútil, nos enseña que, antiguamente, el as de los dados era representado con una flor o zahr, si usamos el árabe clásico. De esta hermosa palabra proviene el nombre de la flor de azahar, y el nombre que damos a la suerte. 
...No es este un mal prólogo para hablar del breve catálogo, fruto del los azares de la lectura. Y es que fue la suerte la que me llevó a elegir, en gran medida, las novelas de mi mesa de luz en los últimos tiempos, llevado por la idea de no repetir caminos.
...Por supuesto, este catálogo acaba por demostrar (si es que hacía falta hacerlo) que la pretensión de abandonar nuestros prejuicios siempre peca de ingenua. En fin, que un patrón se iba repitiendo, insistentemente, en varias de las novelas: la presencia de un libro de características mágicas.
...Sin más monserga, he aquí el catálogo:

1). La enciclopedia serpentina. 

...Esta enciclopedia, cuyo nombre hace referencia a su encuadernación en piel de serpiente, no dispone su contenido por orden alfabético, sino que cada uno de sus volúmenes fue creado para un lector específico; cuando este da con el que le corresponde, no necesita más que abrirlo al azar (otra vez esa palabrita) para encontrar lo que precisa, sin importar lo caprichosa o específica que sea esta información. Su invención corresponde al serbio Goran Petrovic, y pueden encontrarla en su novela Atlas descrito por el cielo de 2003.

2). La enciclopedia de los muertos.

...Otra vez una enciclopedia y, otra vez, un serbio, Danilo Kis, aunque estamos ahora ante un cuento. Esta enciclopedia es el resultado de una conspiración monumental, que tiene por finalidad referir minuciosamente la biografía de las personas excluidas de toda enciclopedia. Bajo la idea de que toda vida humana es irrepetible e invaluable, sus misteriosos autores de la vienen a dar su lugar a los olvidados en sus vastos volúmenes. La enciclopedia de los muertos, 1983.

3). Título desconocido.

...Uno de los personajes de Tierras de cristal (novela de Alessandro Baricco publicada en 1991) se topa con una misteriosa mujer que le revela un dato curioso: su marido, recientemente muerto, había dedicado su vida a la redacción de la enciclopedia de un mundo imaginario, donde los hechos y circunstancias no se correspondían con la realidad... salvo que en ella, figuraba la biografía del personaje en cuestión, en la que se anticipaban, incluso, acontecimientos futuros y el detalle de sus últimos días y su muerte.

4). La langosta se ha posado.

...Seguramente el libro más conocido del catálogo, La langosta se ha posado es una novela dentro de la novela El hombre del castillo de Philip K Dick, publicada en 1962. Dick construye una ucronía en donde el Eje gana la Segunda Guerra Mundial y el territorio de EEUU es dividido entre el Reich y el Imperio del Japón. Dentro de ese mundo, un escritor norteamericano concibe la novela en cuestión, creando una nueva ucronía, en donde los aliados ganan la guerra. 

...Hasta ahí el catálogo. No puedo dejar de nombrar, sin embargo, otras historias que el azar no pudo poner en mi camino en este año por ya conocerlas desde antes: la inevitable enciclopedia de Tlön, el Diccionario jázaro y la curiosa novela de Calvino que un personaje de Calvino persigue en las páginas de El castillo de los destinos cruzados.   



viernes, 1 de mayo de 2020

LA FRONTERA EFÍMERA



 Sueños. (Pinturas y Poesía) Artistas Varios. - Arte en Taringa!

........Es curioso que siempre intentemos recordar nuestros sueños y no ese instante imposible en que nos quedamos dormidos. Shakespeare habla de ese país, la muerte, del que ningún viajero vuelve; qué decir de esa frontera efímera entre el sueño y la vigilia, que todos atravesamos a diario, pero que nadie puede atestiguar, nadie recuerda.

viernes, 3 de abril de 2020

EN TORNO A BEETHOVEN



 Beethoven: el aniversario del misántropo humanista

“Los buenos compositores roban; los malos, toman prestado” sentenció cierta vez el genio de Bonn, a quien difícilmente podamos acusar de mediocre. No sabemos, a ciencia cierta, en qué consiste la creatividad, pero algo dentro nuestro parece gritarnos a voces que no se trata más que de una forma elegante y compleja del plagio.

OTRA VUELTA DE TUERCA (JOHN CARPENTER'S VAMPIRE)

En los últimos tiempos, innumerables series y películas de vampiros y zombis llevaron a la parodia un género fundante del séptimo arte. El ...