
En la antigüedad clásica se aplicaba el nombre de huésped (hospis), tanto al que brindaba como al que recibía la hospitalidad de otro. La palabra anfitrión, surge posteriormente y tiene su origen en el nombre de un personaje mítico, rey de Tebas, famoso por los espléndidos banquetes que brindaba a sus invitados. Tal era su cuidado al agasajarlos, que sus huéspedes (dicho esto ahora en sentido moderno) jamás tuvieron el menor motivo de queja, con excepción, claro está, de su tío Electrión, rey de Micenas, a quien mató por accidente mientras se hallaba invitado en su palacio. Pero, como sabemos, nadie es perfecto.*
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*Extraído de la "Enciclopedia de datos inútiles"
5 comentarios:
Sigo guardando el Pinot Noir para tiempos mejores. ¿Alguno quiere chocar mi copa?
Chin, chin! (Gracias por el dato inútil, lo uniré a mi selecta cosecha).
Idem Luc. Apúrese alanzar la Enciclopedia , mire que el INDEC le va a ganar de mano.
Electrión era un tipo agradecido. A pesar de tener fuertes motivos, nunca se quejó a su anfitrión. Otro hubiera hecho un escándalo.
Brillante el chiste de CalderóndelaBarca.
No me venga con verso: no hay silencios inteligentes.
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