1. Un viejo verde, pero pudoroso.
2. Calvo y gordo, pero coqueto*
3. Buen bebedor de vino, sin pero alguno.
4. Avaro con mis medias y dadivoso con sus flores.
5. Un poco más melancólico, más distraído y, posiblemente, más cascarrabias.
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*La coquetería no es pretensión de belleza, sino de elegancia.
8 comentarios:
-Nene: ¿cómo se llama ese señor alemán que siempre me esconde las cosas?
-Alzheimer, abuelo: Alz-heimer...
Uau, me enterneció el ajedrecista. Yo no me imagino de vieja, no sé si será que me parece que ya me veo como me veré en el futuro, o el futuro que vislumbro no es demasiado largo.
¡Otra vez los comentarios gerontológicos de Idea!, ¡Qué cosa, che!
Yo me imagino:
1) Con todo el pelo como ahora, con algunas pocas canas (pero muy muy pocas).
2) Muy arrugado, generando un impactante y desagradable contraste entre mi cara y mi cuerpo - siempre flaco - que seguirá pareciendo jóven.
3) Muy conocido, casi famoso. Como un Dolina.
4) Mucho más sabio, con mucho dinero.
Si no se me ofende, Fédé, debo decirle que Ud. no tiene nada que imaginar porque ya es viejo. Añejo como la buena poesía que abreva a diario con su nostálgica sed.
No sé si tomar, como Gualterio, el título como una pregunta al lector, el "me" me hace dudar, valga la redundancia. En ese caso como me imagino de viejo: muerto, pero antes de ello pelado, renegado y con hermosos nietos.
Un abrazo
Es verdad, yo ni me figuraba que Ud. era joven como para andar pensando estas cosas...
Es curioso que lo mencionen: siempre fui un hombre de 45 años que añora su infancia y comienza a resignarse a la vejez. Por pruritos cronológicos o mera costubre, la suerte quiso que yo también "naciera a muy corta edad"* Este error está siendo enmendado, lentamente, por el tiempo.
Ups... Se me chispoteó la nota al pie:
*Chiste de Marx (Groucho)
Yo me imagino igual a como soy ahora, si acaso con unos lindos anteojos de concha.
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