....No parecía tan difícil sentarse y parir los versos más hermosos... En su trabajo, en la cola del banco, mientras iba en su automóvil, las palabras lo acosaban con su música imperiosa. Pero una vez que se sentaba frente a la hoja en blanco, la inspiración se marchitaba.
....Una noche, cansado de esa noria absurda, se encerró en su habitación y se dio un tiro en la cabeza.
....Dos días tardó la policía en limpiar la escena del crimen; las metáforas sanguinolentas, lúgubres, perfectas, habían salpicado los muros, la puerta desolada, las sábanas, el techo...
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