Durante su breve estadía en Mendoza, Manuel de Muguino trabó amistad con Aquiles Domasti, un viejo italiano que llevaba años al frente de una pequeña librería en el centro de la ciudad. Cierto día, Muguino se acercó a la librería con ánimo de reanudar sus interminables charlas metafísicas, pero, decepcionado, se encontró con que su amigo estaba dado a la infeliz tarea de ordenar una montaña de libros. Como era de esperar, Domasti le pidió que lo ayudara a ordenar alfabéticamente aquellos volúmenes, a lo que Muguino respondió:
--¿Por qué mejor no encontramos un criterio por el cual ya estén ordenados?
--¿Por qué mejor no encontramos un criterio por el cual ya estén ordenados?
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Extraído del "Anecdotario de Manuel de Muguino", Bs As, 1.998, AAVV.
10 comentarios:
Dicen que el librero, ofendido, sólo atinó a preguntar. "¿De qué se trata todo esto?"
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yo, desconcertada, hubiera preguntado
lo mismo que el librero. Este blog
siempre me saca una sonrisa q hace
pensar (existe eso?). saludos!
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Al igual que en todo hecho trascendente para la vida de un hombre, llegué hasta aquí por mera casualidad. Lo llamativo es que sospecho, y no sin argumentos, ¡que de trascendente no va a tener nada!.
Fede: me encanta este blog; el otro todavía no lo visité.
Daniel David Molina.
Escuela N° 2 República de México
O mejor, creémoslo.
Ultimamente me contengo de no regar de bilis humorística tu preciado espacio.
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Bitácora de un sedentario me dio unas cuantas alegrías ya.
Es que francamente Muguino es genial, el “orden” es un concepto tan abstracto como relativo e inútil, cuántas veces hemos querido ordenar el espacio de otra persona luego de lo cual ella ya no encuentra nada. En su pretendido desorden, todo tenía un sentido, cada cosa en un lugar en el que podía ser encontrado, y para eso, la memoria visual es una herramienta invalorable, tal vez ese fuera el criterio adecuado para el librero.
Ljn:
Si ud lo dice debe existir. ¿Publicó algo nuevo? Ahora me fijo.
Daniel!!!
¿Qué pasaron, siglos? Mándeme un mail y averigüemos de una vez que es lo que el destino o el azar intentan decirnos, no sea cosa que pasen otros diez años... Un abrazo.
Nadie:
Nadie es bien recibido a este preciado espacio y nos hace felices con su sola presencia.
Idea:
Lo cierto es que el librero encontró ayuda finalmente, pero se sabe que agradeció mucho más la excusa.
Tu ironía alcanza cotas insospechadas.
Leo, años después, y me pregunto si ese juego de encontrar un criterio por el cual el universo ya está ordenado, no corresponde, precisamente, al ejercicio metafísico.
Ya encontró su respuesta.
jaja No vale espiar.
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