
....Supongamos que se presenta ante nosotros una persona decidida a darnos prubas irrefutables de su capacidad precognocitiva. Para eso, pone a nuestro alcance un catálogo de predicciones, de modo de contrastarlo empíricamente con los acontecimientos futuros que pretende anticiparnos... Pero, mejor todavía; en tren de suponer (y para descartar todo posible engaño), supongamos que nosotros mismos tenemos estas imágenes del futuro y que, invariablemente, resultan ser ciertas. Aún así, no podríamos afirmar que el prodigio es cierto, porque ¿cómo podríamos estar seguros de que vemos, simplemente, el futuro y no que aquello que suponemos una mera precognición, es algo que afecta al futuro, modificándolo?
....Es una lástima que los adivinos no existan; nos hemos perdido un debate asombroso.
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....Es una lástima que los adivinos no existan; nos hemos perdido un debate asombroso.
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